Wednesday, November 30, 2011

Divididos en 5.000

Todos estamos sujetos a las fuerzas sociales. En nuestro tiempo, la fuerza más influyente es el capitalismo. Según Nelly Richard en Postmodernism and Periphery (1987), el capitalismo avanzado crea una sociedad que produce sujetos divididos. ¿Por qué tenemos que estar divididos?


Raquel Olea afirma en su articulo Feminism: Modern or Postmodern? (1995) que en los años setenta, las feministas pensaban que la única manera de mejorar su posición en la sociedad era tratar de conseguir el socialismo para la sociedad: “By becoming detached from her function as a mother, sole and central support of the structure of the burgeois family, woman would be incorporated fully into “productive” labor, into production,” (Olea 195). Sin embargo, las mujeres se dieron cuenta de que “this proposal can entail a reinforcement rather than a transformation of the traditional woman’s role, to which is simply added the role of being a, or the, economic provider for the household,” (Olea 195). Aun que se lo dieron cuenta de que el socialismo no funciona, creo que todavía la mujer tiene que asumir roles diferentes en su vida. Los roles distintas causan que las mujeres se dividan en partes diferentes – por eso son los sujetos divididos. 

Este acontecimiento es la postmodernidad según Frederic Jameson en Postmodernism, or The Cultural Logic of Late Capitalism (1991), cuyos rasgos incluyen el disminución del amor, el simulacro (una copia de un original sin el conocimiento del original), la reducción de la profundidad, y el sujeto dividido, entre otras expressiones (Jameson 74, 78). Yo imagino la postmodernidad como una pelota flotante, como he descrito en otra entrada. La pelota puede ser una sociedad, un cuarto, un escenario, o una cultura. Dentro de la pelota están los aspectos distintos de la postmodernidad – productos de la postmodernidad, como las personas, las obras de arte o teatro o literatura, los edificios; en fin, todos los aspectos de nuestra cultura, cuales según Jameson, reconvierten en bienes de consumo (75). Todos los bienes de consumo están en forma esférica. En la transición de la modernidad a la postmodernidad, los bienes de consumo pierden su forma esférica cuando la esfera se estira y se convierte en un plano, perdiendo al mismo tiempo su profundidad. Para los humanos de la postmodernidad, esta acción no se detiene aquí. Su plano anteriormente esférico se divide en muchos partes casi convirtiéndose en una gráfica circular para asumir los roles diferentes requeridos por la sociedad capitalista.






Hay evidencia de que la sociedad capitalista produce sujetos divididos en Latinoamérica también.  En su artículo Postmodernism and Periphery (1987), Nelly Richard cita a M. Periola, quien escribe sobre Latinoamérica en relación a Europa: “…a copy is secondary to the original, depends on it, is less valuable, and so on. This viewpoint therefore belittles the whole of our continent’s cultural efforts, and is at the root of the intellectual unease which is our theme,” (Richard 468). En estamanera, Richard explica que Latinoamérica es pintada como la copia, pero dividida entre los actos de copiar Europa y formar su propia identidad.  Richard expone que “the mass media have obliterated the relation between original and reproduction,” (468). Entonces, ¿cómo se define la identidad de Latinoamérica? En mi opinión, Latinoamérica  parece ser un simulacro desde el punto de vista de Richard. Trata de formar su propia identidad fuera de la influencia de Europa, pero asumiendo el punto de vista de Richard de que Latinoamérica es un simulacro de Europa, la identidad de Latinoamérica está extendida en múltiples direcciones. Esto causa que ninguna parte de la identidad se pueda profundizar o sea considerado individual; entonces es posible que esta identidad sea móvil y se haga en plano. Entonces, hay una división de la identidad.

La situación complicada y contradictoria de identidad de Latinoamérica en relación con Europa hace que Latinoamérica se estire y se divida. En concreto, algunas situaciones políticas en Latinoamérica también pueden evidenciar que una persona se divida. Pedro y el capitán (1979) de Mario Benedetti nos muestra un ejemplo.  Escrito acerca de las dictaduras y la subsiguiente corrupción en el Cono Sur, la obra de teatro trata del capitán, el hombre que ordena la tortura de las víctimas capturadas, y Pedro, un socialista capturado y torturado. Pedro y el capitán tienen varias conversaciones en los cuales parece que se van conociendo mejor. En realidad, con la pasa del tiempo, Pedro va conociendo mejor al capitán, y el capitán va reconociendo el poder de Pedro. Los lectores vamos conociendo a los dos personajes de manera más clara. El capitán dice a Pedro que tiene una mujer y unos niños que no saben lo que hace él para su trabajo. Cuenta a Pedro que no le gusta dar órdenes para torturar, pero que tiene que trabajar por razones económicas - para mantener a su familia. El capitán le suplica a Pedro que le diga algún trozo de información para que sus órdenes de tortura no hubieran sido en vano. Pedro identifica esta debilidad en el capitán y usa esta información para que el capitán se sienta culpable y para que enfrente con sus acciones y con las consecuencias de la tortura. El capitán, entonces, se estira en la dirección de su familia, su trabajo, y ahora, a su sentido de culpa de la tortura y sus mentiras a su familia. Vemos al final de la obra que el capitán aparece dividido: “Capitán: Entonces…se lo pido a Pedro, se lo ruego a Pedro. ¡Me arrodillo ante Pedro! Apelo no al nombre clandestino sino al hombre. De rodillas se lo suplico al verdadero Pedro,” (Benedetti 86). La situación en que el capitán se encuentra le causa la división que se rompe. En el caso de Pedro, es marido de su mujer, es socialista por sus ideas, y es criminal por la dictadura. Esta es otra situación, otra fuerza que divide en le gente partes distintas. 


La clave es que con la división no puede existir la profundización, porque no hay nada restante para profundizar; todo es gastado en asumir los roles diferentes en la vida. Esta es una expresión del lógico de capitalismo avanzado propuesto por Jameson, causada por el sujeto dividido y la debilitación de la afección. Les dejo a mis lectores decidir: ¿Se sienten ustedes más divididos y menos profundos? ¿Es buena esta manera de vida de la postmodernidad?




Obras citadas
Benedetti, Mario. Pedro Y El Capitán. México, D. F.: Punto De Lectura, 2006. Print.
Beverley, John, Michael Aronna, and Jose Oviedo. "Feminism: Modern or Postmodern?" The Postmodernism Debate in Latin America. Durham: Duke UP, 1995. Print.
Docherty, Thomas. "Postmodernism and Periphery." Postmodernism: a Reader. New York: Columbia UP, 1993. Print.

Saturday, November 19, 2011

Género, según la sociedad

Siempre se oye que los hombres tienen más poder que las mujeres en nuestro mundo de hoy, pero no me dio cuenta exactamente cuánto falogocéntrico es la sociedad moderna hasta que leí el artículo de Suzanne Kessler [The Medical Construction of Gender](1991). Aunque la fuerza del feminismo es bien aceptado en nuestra sociedad, hay un trasfondo de que los hombres tienen o deben tener el poder. Creo que esto pasa sin que nos da cuenta. En su artículo, Kessler escribe sobre la asignación del género a los bebés intersexuados. A través de entrevistas con médicos que trabajan en esta área de la medicina, Kessler explica que nuestra sociedad pone más importancia en los genitales masculinos. Cuando escribe, ella expone- tal vez involuntariamente - nuestro entendimiento cultural sobre el género. Kessler describe que con los bebés nacidos con ambos genitales, la decisión de los padres sobre si será una mujer o un hombre suele estar basada en si el genital masculino tiene el tamaño adecuado:

“Money and his colleagues suggest that it is wise to avoid the problems of both the micropenis in childhood and the still undersized penis post-puberty by reassigning many of these infants to the female gender. This approach suggests that…chromosomes are less relevant in determining gender than penis size, and that, by implication, “male” is not combined by the genetic condition of having one Y and one X chromosome or by the production of sperm but by the aesthetic condition of having an appropriately sized penis,” (Kessler 12).

Esto revela la fijación de la sociedad moderna en el tamaño y apariencia del genital masculino para determinar la condición de hombre. También sugiere que ser mujer es la segunda opción, la opción que queda cuando no hay otra. ¿Qué dice esto sobre nuestra sociedad moderna?

Vimos el documental  “Sex: Unknown” (NOVA 2001) sobre un hombre que cuando era niño, le pasó un accidente por los médicos que destruyó su órgano masculino, quemado durante la circunsisión. Con el consejo de John Money, la madre de este niño decidió convertirlo en mujer por cirugía. Con los estudios avanzados de Money en esta época de los años setenta, ella creyó que su hijo podría crecer como hija sin problema. La pregunta era si el cerebro de los humanos XY sean diferentes de los cerebros de las humanas XX (no digo mejores, sino diferentes). Durante ese tiempo, había estudios de ratas para averiguar si las inyecciones de hormonas puedan cambiar el cerebro y hacerlos actuar como el otro genero. Encontraron que las hormonas definitivamente cambian el cerebro de las ratas, y entonces actuaban como el género opuesto. (NOVA 2001) Sin embargo, es cuestionable que un ser humano pueda crecer como si fuera del género opuesto biológicamente, aun con las hormonas. El hijo que se convirtió en hija no tuvo una vida fácil, y eventualmente tuvo cirugía para construir sus genitales masculinos (NOVA 2001). Esto es prueba que vivir como el género opuesto no tiene éxito, pero con la prueba de las ratas, aún es una pregunta sin respuesta.

Otra pregunta es hasta qué punto la sociedad influye en las decisiones de los padres para reasignar género a los bébes intersexuados. Algunos dicen que el enfoque no debe estar en la apariencia. Nuestra sociedad tiene solo dos géneros. La gente cree que tener genitales no “normales” es un aspecto malo. Un ejemplo se encuentra en Los cachorros (1967) del escritor peruano Mario Vargas Llosa. A causa de un accidente en su juventud, los genitales masculinos de Cuéllar son mutilados. Los lectores no sabemos cuánto exactamente perdió o cómo se siente Cuéllar sobre el asunto, pero la gente alrededor piensa que ahora Cuéllar es extraño. Sus padres no quieren que nadie sepa lo que se ha pasado. Hacen todo por él, incluso buscar información sobre la cirugía para “corregir” la situación: “Solo que no era segura todavía, había que esperar una respuesta del doctor, mi viejo ya le escribió…” (Vargas Llosa 97).  Aun en su articulo, cuando Kessler describe los genitales mutilados, usa palabras como “problem,” “deficit,” and “maldeveloped.” Esta manera de pensar hace que las personas con genitales mutilados o diferentes tengan una vida dura, con esta sociedad dicótoma. Tal vez la gente intesexuada no sabe dónde caben en la sociedad. Si esta es la verdad,  ¿Qué hacen cuando tienen que ir al baño?


Foto de http://www.clker.com/clipart-men-women-bathroom1.html



Obras citadas


Kessler, Suzanne J. "The Medical Construction of Gender: Case Management of Intersexed Infants." Signs: Journal of Women in Culture and Society 16.1 (1990): 3. Print.
Sex: Unknown. NOVA, 2001.
Vargas Llosa, Marios. Los Cachorroa. Madrid: Catedra, 2010. Print.